Si, tu retoño está aquí, ha llegado, todo está bien y tiene los ojos abiertos como platos…Pero no te ve!!! Todos los padres primerizos nos preguntamos cuando ven los bebés bien, pero de primeras, están a ciegas. No ven nada. Han estado nueve meses en la barriga de mamá, calentitos, envueltos en liquido amniótico y no necesitaban ver nada. Todo les llegaba por parte de mamá la pregunta ahora para los papás es: cuándo ven los bebés?.
A PARTIR DE CUANDO VEN LOS BEBES
Nada más nacer, la señorita-bebé tenía los ojos abiertos de par en par, pero estaban abiertos porque la naturaleza es así, no porque ella viese algo. Los bebés no ven nada con claridad cuando nacen.
Al final, los ojos son órganos como los demás. Si antes o después aprenderá a usar las piernas para andar, con los ojos pasa lo mismo. La coordinación de ambos ojos es algo que impresiona de primeras. Se le cruzan, no van los dos en la misma dirección…Una fiesta vamos. Poco a poco irán entrenándose y estarán en su sitio. No porque lo digamos nosotros sino porque fue la respuesta de la pediatra. Y así fue.
Por mucho que creamos que nos está mirando fijamente y pensemos que el bebé ya sabe que papá y mamá están haciendo el ganso, no es el caso. Entre el primer y segundo mes de vida, va aprendiendo a enfocar, a distinguir colores y empezará a seguirnos con la mirada cuando estemos relativamente cerca.
A partir del tercer mes, la señorita-bebé ya se quedaba mirándose la manos como diciendo «quien ha puesto esto aquí», y es que ya puede fijar mejor la vista y los detalles empiezan a quedarse en su mente. Es una pasada como el avance del aprendizaje del bebé está relacionado con el perfeccionamiento que va consiguiendo su sentido visual.
A QUE EDAD VEN LOS BEBES
Entre el cuarto y quinto mes, haciéndole el «cucú» con las manos a la señorita-bebé, ya se reía. Al parecer sus ojos ya reconocen a los papás, y esas risas por simplemente esconder y sacar la cara de detrás de las manos es música para cualquier oído de padres primerizos.
A los seis meses, la mirada a sus manos había pasado de la curiosidad al aprendizaje. Verla mirándose la mano mientras la gira, a los papás nos supone una sensación que es difícil de explicar pero tiene que estar cerca del orgullo. Ha descubierto sus manos, las mueve y le encanta!! Pues a los papás, más aún. Y si ya lo ponías frente a un espejo, era un despelote, no sabemos si se reconocía o lo que veía era un bebé simplemente, pero las risas y el ponerse tonta frente al espejo es un espectáculo digno de ver.
Pasados los siete meses, no sabemos si estaremos en lo cierto o no, pero a cierta distancia veía más que papá y mamá. Movía los ojos con rapidez y si te escondías tras una esquina, se quedaba fijamente mirando esperando a que salieses. Bajo nuestro punto de vista 😉, ya ve como una personita!