La hipertensión, también conocida como presión arterial alta, puede desencadenar muchos problemas graves durante el embarazo.
La presión alta o la hipertensión en el embarazo tendrá su aparición tras las primeras 20 semanas de gestación. No presenta otro tipo de sintomatología, incluso no afecta en gran medida a la madre y al bebé, aunque debemos tener un control de nuestra tensión en todo momento. Además suele desaparecer tras el parto, tras las 12 semanas posteriores al mismo.
Es bueno destacar que siempre que la mujer se mantenga en tratamiento tanto el embarazo como su bebé serán totalmente saludables, aunque puntualizamos de nuevo que siempre se debe estar controlada por el médico especialista.
Tipos de hipertensión durante el embarazo
Existen 3 tipos de hipertensión que ocurren durante el embarazo y estos son:
Hipertensión crónica
Se trata de aquella presión arterial que empieza mucho antes de que comience la gestación o incluso aparecen en las primeras 20 semanas del embarazo. Puedes sufrir hipertensión crónica si se diagnostica por primera vez durante el embarazo y posteriormente no desaparece, aunque no es lo usual.
Hipertensión gestacional
Esta hipertensión aparece durante el embarazo, es conocida como la presión arterial inducida en el embarazo o por sus siglas HIE, y comienza a manifestarse tras las primeras 20 semanas de la gestación. Suele desaparecer en la sexta semana tras dar a luz. Más común en embarazos múltiples, lo sufre entre un 5 y 10% de las embarazadas.
Preeclampsia y Eclampsia
Cuando hablamos de preeclampsia nos referimos al desorden severo de la presión arterial durante el embarazo o el agravio de una hipertensión previa ya existente antes de la gestación. Afecta a entre el 5 y 7% de las mujeres embarazadas. Suele aparecer tras las semana 20 de embarazo, pero también existen casos postparto. Puede afectar a la salud tanto del bebé como de la madre. El síndrome HELLP, que afecta a organos y sangre llegando a ser mortal, está asociado a esta afección. Debe controlarse de manera continuada ya que incluso puede derivar en eclampsia, enfermedad que produce daños en riñones, hígado y cerebro.
Signos de la preeclampsia
Los signos a tomar en cuenta para identificar la preeclampsia son:
- Cambios importantes en la visión (hipersensibilidad, visión borrosa o nula).
- Dolor en el vientre, junto a las costillas y también en los hombros, edemas en manos y cara.
- Tu cara se llega a hinchar en conjunto con tus manos
- Alteración hepática, altos niveles de proteína en orina.
- Nauseas y vómitos.
- Dolores de cabeza fuertes y persistentes.
- Aumento drástico de peso.
- Edema pulmonar, falta de aire.
- Presión arterial elevada.
Problemas que causa la presión alta en el embarazo
La hipertensión en el embarazo puede causar serios problemas en lo relativo a la salud tanto de la mujer embarazada como para el bebé.
Debes estar en todo momento controlando este aspecto junto con tu médico, para que mantenga una estabilidad en tu tensión arterial y tu embarazo sea saludable llegando a buen término.
Algunas de las complicaciones que pueden presentarse durante el embarazo de una mujer con hipertensión son: Problemas de coagulación en sangre, problemas de corazón, riñones, e hígado, incluso apoplejía (sangrado o pérdida de circulación de un órgano).
Otra de las complicaciones de la hipertensión durante el embarazo es el desprendimiento de placenta. Se produce cuando la placenta se «suelta» de la pared del útero antes del parto, por lo que provoca hemorragia interna en la madre y el nacimiento prematuro del bebé. Llegando a nacer muerto si se produce demasiado pronto durante el embarazo.
La presión excesivamente alta puede provocar en el feto problemas como limitación del flujo sanguíneo, y por consiguiente limitación de su alimentación y del oxígeno que requiere el bebé.
Como se debe tratar la hipertensión en el embarazo
Por lo general la hipertensión o presión arterial elevada es bastante común durante el embarazo, pero puede llegar a controlarse, siempre con ayuda de tratamiento y de un cuidadoso seguimiento por parte de nuestro médico.
Sobre la farmacología que suele utilizarse en estos casos, destacan los siguientes medicamentos (siempre previamente prescritos por tu médico):
- Ácido acetilsalicílico: Más conocido como la aspirina de toda la vida, restablece el equilibrio entre el troboxano y la prostaciclina, se usa para prevenir o retrasar el desarrollo de preeclampsia. Se receta en dosis bajas, según la necesidad de cada paciente.
- Labetalol: disminuye la presión arterial elevada. Ayudando a controlarla.
- Magnesio: Se mantiene este tratamiento durante el embarazo y hasta el postparto. Previene la eclampsia grave.
- Nifedipino y Diltiazem: Combaten la hipertensión arterial alta durante el embarazo.
Aunque seguramente no sea necesario tratar, farmacológicamente hablando, la hipertensión en los primeros meses de embarazo, posteriormente puede incluirse algún tratamiento en la rutina de la embarazada. Bien es cierto que todos los fármacos para el tratamiento de la hipertensión arterial durante el embarazo pueden afectar al feto, ya que «atraviesan» la placenta. Por lo que lo ideal es intentar llevar una rutina saludable previa al estado de gestación, tomando la opción de tratamiento con fármacos como última opción su fuera necesario y siempre recetado por un médico que nos supervise.
Si eres de las personas que sufren presión arterial alta o también diabetes y quieres quedarte embarazada debes consultarlo con tu doctor, para que sepas cuales son los medicamentos que tendrás que comenzar a tomar, y los cambios de alimentación y rutinas que debes implementar para poder mantenerte saludable durante la gestación de tu bebé.
Cuando estés embarazada recibirás cuidados prenatales de manera regular y debes asistir a todos tus controles médicos.
